Realizar excursiones con los niños puede ser muy
interesante, ya que asarán a aprender de una forma diferente y menos monótona,
descubriendo por sí mismos el mundo que les rodea y aprendiendo a respetar la
naturaleza. Además este tipo de salidas pueden aportar los niños una serie de valores tales como:
1.El respeto: enseñar al niño a no destrozar arbustos o a
tratar con cariño a los animales es un importante paso para que vaya
adquiriendo pequeñas nociones sobre este valor.
2.La responsabilidad: es otra virtud que puede aprender el
niño en una excursión al campo. Si le hemos hecho ver la importancia de
respetar el entorno, el siguiente paso es que sepa responsabilizarse de él no
vertiendo basuras o provocando situaciones que puedan suponen una alteración al
medio ambiente.
3.La solidaridad: los niños tienen que saber que los
recursos que ofrece la naturaleza son un bien destinado a todos, y por lo
tanto, abusar de ellos puede suponer un perjuicio para los demás. Desastres como
la sequía, los incendios, la desaparición de entornos naturales y la deforestación
o la extinción de especies de animales y plantas son hechos que pueden ayudar
al niño a ver las fatales consecuencias de los abusos del ser humano sobre el
medio ambiente.
Además podemos afirmar sin duda que las excursiones
educativas son un apoyo muy importante para las clases, ya que se pueden
elaborar numerosos proyectos tras la visita.
En las aulas de los más pequeños, anualmente se llevan a
cabo excursiones muy importantes como puede ser el viaje a la granja escuela, al
bosque, a museos, a jardines, a parques de la Comunidad de Madrid…